GASTO EN DEFENSA
Sánchez negocia en la UE el gasto en seguridad mientras garantiza a sus socios que no habrá recortes sociales

La partida sobre el gasto en seguridad se juega ahora mismo a nivel internacional. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, sigue sin concretar cómo llegará España a la inversión en seguridad equivalente al 2% del PIB antes de 2029 y continúa las negociaciones con el horizonte de la cumbre de la OTAN en La Haya en el próximo mes de junio.
Sánchez mantuvo durante la jornada del jueves reuniones con los representantes de los partidos en el Congreso, menos con Vox, para abordar la situación de la guerra de Ucrania y el plan de rearme impulsado por la Unión Europea de 800.000 millones de euros. El jefe del Ejecutivo remarcó ante ellos el firme compromiso del país de cumplir con los aliados y acelerar ese objetivo del 2% del PIB antes de 2029 a pesar de la negativa de la mayoría de socios progresistas.
Pero de esos encuentros no salieron concreciones. El presidente del Gobierno sí quiso remarcar que ese incremento en defensa en los próximos ejercicios no supondrá mermar el gasto social, una de las grandes señas de la coalición progresista. “No vamos a recortar ni un céntimo”, verbalizó el dirigente socialista en la comparecencia que dio ante la prensa en el Palacio de La Moncloa el jueves por la tarde.
En esas reuniones, la mayoría de los grupos le pidieron que cualquier incremento pase por las Cortes Generales, a la vez que los partidos de la izquierda le mostraron su rechazo a una subida de las partidas de Defensa. A pesar de estas peticiones, Sánchez no ha aclarado la forma en la que llevará a cabo ese compromiso con los socios europeos y de la OTAN. Pero la decisión del aumento es total y firme.
El presidente no concretará en las próximas semanas
El jefe del Ejecutivo repitió que lo que tenga que pasar por el Legislativo “pasará” y que otras cuestiones se harán vía gestión del Gobierno. Una de las posibilidades que tiene el Gobierno es aumentar el gasto vía fondo de contingencia, algo que no conlleva una votación en las Cortes y que es la fórmula preferida por La Moncloa (como se ha ido haciendo durante las anteriores prórrogas presupuestarias). Lo que sí es mandatario es que las Cortes se pronuncien sobre un envío hipotético de “tropas de paz” a Ucrania, algo que en el Gobierno todavía ven prematuro porque hay en curso una guerra.
“Todas aquellas cosas que tengan que pasar por el Parlamento pasarán por el Parlamento. Y otras cosas que tengan más que ver con la gestión del Gobierno de España, pues tendrán que ser aceleradas y gestionadas por el Gobierno de España. No hay mucho más debate en esta cuestión”, remarcó el también secretario general del PSOE tras el día intenso de reuniones. Según reveló el diputado Néstor Rego, del BNG, el presidente le respondió, cuando le preguntó directamente a puerta cerrada si el gasto pasará por el Congreso, que “probablemente no”.
Sánchez mantiene su hoja de ruta de aumento del gasto, a pesar del no mayoritario de sus socios. El presidente no quiere dar aún un número concreto y un plazo porque, entre otros argumentos, todavía no se conoce la cifra de inversión en defensa por parte de España calculada por la OTAN en 2024 (actualmente se sigue mirando al 1,28% correspondiente al ejercicio de 2023). El propio jefe del Ejecutivo avanzó que la cifra no se conocerá tampoco en el Consejo Europeo que se celebrará la semana que viene en Bruselas y que no trasladará el dato en la comparecencia que protagonizará en el Congreso de los Diputados el próximo día 26. La idea que lanzó es que ese plan se verbalizará de cara a la cumbre que los socios de la OTAN celebrarán en La Haya (Países Bajos) en junio.
Pero no se moverá de la intención pactada con los aliados internacionales. Uno de los representantes de los grupos explicaba a los periodistas fuera de cámara: “Sánchez ha hecho un discurso en plan existencial. Traslada que lo va a hacer porque es el momento que le ha tocado”.
Feijóo marca distancias y ve "muy difícil" un acuerdo
La ronda de reuniones en el Palacio de La Moncloa supuso la primera cita a solas entre el presidente y el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, después de quince meses. En el Palacio de La Moncloa hablan de “cordialidad”, pero el líder conservador fue muy duro en su rueda de prensa en el Congreso, llegando a decir que Sánchez lleva a España a una “autocracia”. "Sería muy conveniente un acuerdo, pero no puedo ni quiero ocultar a los españoles que, tal y como están las cosas, es muy difícil", indicó el popular, que añadió: "Lo que he escuchado en esta reunión no es ni serio ni limpio".
Feijóo reclamó que cualquier incremento pase por el Congreso y manifestó: "Si para Sánchez aumentar el gasto militar y defender la seguridad es una necesidad estratégica, y verbalmente me ha dicho que sí, las alianzas que ha tejido se lo impiden. Entonces, poner fin a estas alianzas también es una necesidad estratégica para España". Fuentes del Gobierno, después de que hablara el líder del PP, explicaron que les había sorprendido el tono y criticaron la oposición de “desgaste” en una cuestión tan importante y en un momento donde el Ejecutivo de coalición trabaja codo con codo con líderes conservadores como la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen.
De los socios de investidura, el PNV fue el único que se mostró totalmente alineado con Pedro Sánchez. Aitor Esteban, que acaba de ser elegido para tomar las riendas de la formación nacionalista, mostró su preocupación por el cambio del orden internacional y apostó por grandes acuerdos en el espacio central de la política, como pasó en el Parlamento Europeo, donde estén tanto el PP como el PSOE.
Desde ERC, Gabriel Rufián trasladó su rechazo a mayor inversión en Defensa y pidió que cualquier gasto pase por la Cámara Baja. Pero también hizo un ejercicio de reflexión y pragmatismo, reconociendo que la guerra "está aquí" y que, por ello, serán "responsables”. "Tenemos que ir más allá de la pancarta, en el no a la guerra todos estamos de acuerdo, pero el mundo es complejo, y más allá de nuestras convicciones está la gestión de la situación", indicó.
El socio de investidura más duro fue Podemos. La exministra Ione Belarra volvió a La Moncloa luciendo una camiseta con el lema no a la guerra. La líder morada calificó de “error catastrófico” el aumento del gasto en Defensa y avisó de que el Gobierno se está “cavando su propia tumba” y poniendo “la alfombra roja a un Gobierno fascista de PP y Vox”.